ÓSCAR DE JESÚS SANTIBÁÑEZ ANDRADE
La semana pasada se celebró en la Facultad de Artes y Diseño, plantel Xochimilco, la exposición llamada Iluminadi – Panorama de la Ilustración Contemporánea. El proyecto consistió en un compendio de obras de ilustradores mexicanos y contó también con la participación de algunos extranjeros. Como ilustrador en proceso de cocción, fue un evento de suma importancia para mí; conocer el valor, los alcances y la expansión que tiene la ilustración en México como una disciplina fue algo significativo y una experiencia que considero emblemática dentro de mi formación académica.
Al entrar a la sala, por un momento me sentí en la nave nodriza de la ilustración. Los trabajos eran excepcionales, incluso podía escuchar a mis ojos agradecer por este espectáculo visual que estaban admirando. Por un instante, viajé en el tren del tiempo con dirección a mi infancia y me reencontré con el trabajo de Francisco Nava Bouchaín, quien tuvo, tiene y tendrá un lugar muy importante dentro de mi formación por su magnífico trabajo en el libro El pájaro del alma.
Pasaba una y otra vez observando los trabajos, el cuidado y la técnica con los que habían sido elaborados, tanto tradicional como digitalmente. Por un momento, mi estadía me recordó un poco los altibajos que he tenido con la ilustración digital. Recordé el primer año que me enfrenté a esta técnica, y al hacerlo, se coló un aire de decepción. Al iniciar el curso me encontraba bastante emocionado, pues ya me había documentado sobre los trabajos digitales de otros ilustradores y tenía expectativas muy altas de la clase. Me encontraba lleno de nervios y emoción por todas las cosas nuevas que iba a aprender y uno de los factores que alimentaban esa emoción y los nervios se debía a que no poseía ningún dominio sobre la ilustración digital; así que comencé muy entusiasmado con la clase, dejé a un lado los temores y las inseguridades y me propuse entregar los mejores trabajos durante todo el semestre.
Ilustrador: Óscar de Jesús Santibáñez Andrade
Sentí una frustración enorme al pasar un año entero sufriendo esa carencia de conocimientos; no había nada de valor en esa clase, no existía ningún interés por parte del profesor de proveer a sus alumnos con las herramientas necesarias para aprender de esta técnica y producir obras digitales de excelencia, como el trabajo que algunos egresados de la facultad tuvieron la oportunidad de mostrar al ocupar un lugar dentro de la exposición previamente mencionada.
Ilustrador: Óscar de Jesús Santibáñez Andrade
Al principio no sabía qué decir sobre la ilustración digital. No tenía conocimiento alguno sobre esta rama y, siendo honesto, pensé que nunca entendería nada acerca de ella. Aún sigo aprendiendo y practicando para crear imágenes con calidad extraordinaria. Espero seguir llenándome de conocimientos y técnica. Tal vez dentro de diez años, algún alumno encontrará algo de motivación cuando observe uno de mis trabajos en alguna exposición.
