ALDO FABIÁN SOLANO ROJAS


A principios de la década de 1980 la prestigiosa fábrica de loza Cerámica de Cuernavaca produjo una importante serie de figuras de perros de diversas razas. Esta serie mira directamente a los Champion Dogs de fábricas europeas y estadunidenses, fabricados a finales del siglo XIX y principios del XX en Inglaterra. Cerámica de Cuernavaca retomó este tipo de figuras mejorando en técnica y decoración, pero ofreciendo al mercado mexicano un producto bastante viejo que sin embargo, tuvo un gran éxito comercial. Este artículo arroja luz sobre el camino que tuvieron que recorrer este tipo de figuras hasta ser producidos por esta importante fábrica de Cerámica mexicana, las copias y modificaciones que tuvieron al cruzar el Atlántico hacia California y su camino hacia México para finalmente ser perfeccionados por Cerámica de Cuernavaca en la década de 1980.


1.INTRODUCCIÓN

En 1956 el empresario asturiano Manuel Suárez y Suárez, compró el Hotel Casino de la Selva en Cuernavaca (1). La remodelación del hotel a partir de ese año estuvo a cargo de varios arquitectos del exilio español en México como Félix Candela y Jesús Martí y artistas como Josep Renau y Florentino Aparicio (2). La remodelación y ampliación del Hotel tuvo una gran influencia sobre la capital morelense, se instalaron talleres artísticos para la creación de murales y esculturas de varios artistas. El Hotel Casino de la Selva, funcionó, entre otras cosas, como refugio creativo y laboral de los exiliados republicanos de España, que encontraron asilo en México. El ceramista Sebastián Aparicio, nacido en Valencia, fue uno de los artistas que participaron en esta especie de centro cultural; fundó un taller de cerámica instalado dentro del hotel, llegando a ser el de mayor tamaño de Cuernavaca, capacitando en esta técnica a ayudantes y artistas jóvenes y creciendo en importancia y fuerza laboral (3).

Aprovechando el fervor por la cerámica, el empresario oriundo de Cuernavaca Jorge Borbolla fundó las fábricas Cerámica de Cuernavaca y Porcelana de Cuernavaca (4) que emplearon a un gran número de gente, la mayoría capacitada en el taller de Aparicio, llegando a tener más de 2000 empleados para principios de la década de 1980. Se puede decir que el taller del valenciano Aparicio fue el germen de estas fábricas hermanas. Cerámica de Cuernavaca dominó el mercado nacional de objetos decorativos de cerámica, llegó a exportar a Estados Unidos y Canadá. Su crecimiento fue tal, que se fundó la colonia 3 de Mayo en la periferia de Cuernavaca para los obreros de las fábricas, algunos de estos emancipándose y fundando nuevas fábricas de cerámica que también asistían a la producción de las de Jorge Borbolla.

Cerámica de Cuernavaca produjo vajillas, accesorios domésticos, promocionales comerciales y sobre todo objetos decorativos para las clases medias altas de México. Dentro de la masiva producción de Cerámica de Cuernavaca destaca la serie de Perros Campeones fabricada hacia finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 inspirada en los Champion Dogs de Robert Simmons Ceramics de la década de los 40, serie a su vez inspirada en los moldes de la fábrica inglesa Royal Doulton y de Beswick Pottery, ambas de principios del siglo XX; para una precisa genealogía, a continuación se expone la historia de los Champion Dogs y su posible introducción al mercado de cerámica mexicano.

  1. EL INICIO DE LOS CHAMPION DOGS

Royal Doulton Ceramics fue fundada en Londres en 1815, se dedicó a la fabricación de diversos objetos de decoración (5), destacó por sus figurines de cerámica, entre ellos los Champion Dogs, esta serie retrataba el ideal de las razas de los perros de concurso, algo muy en boga a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando aún se seguía experimentando con la creación de nuevas variedades y razas de perros (6). Royal Doulton retrató con escala rigurosa los ideales de las razas más populares en ese entonces, teniendo una consonancia de escala y proporciones entre razas. Así, los Champion Dogs tuvieron una doble función en ese entonces, la de objeto decorativo y la de popularizar las razas y sus ejemplares idóneos. Royal Doulton Ceramics rivalizó directamente con Beswick Pottery, uno de sus más directos rivales en la fabricación de Champion Dogs.

Beswick Pottery fue fundada en Longton, Staffordshire en 1892, en un origen se dedicó principalmente a la fabricación y venta de utensilios de cocina, aunque empezó a competir con la Royal Doulton Ceramics en el ámbito de la decoración, directamente con los Champion Dogs y con su famosa serie de caballos de carreras (7). Se puede decir, que en cierto modo Beswick Pottery superó y desplazó los modelos de los perros de Royal Doulton Ceramics, teniendo un mayor número de moldes y de razas y llegando a un nivel de detallismo y realismo superior a los perros de su rival, también, hay que aclararlo, el nombre de los Champion Dogs fue autoría de esta última fábrica. La estrecha competencia y relación entre estas dos fábricas fue tal que en 1969 la Royal Doulton Ceramics terminó comprando a Beswick Pottery. Hoy ambas fábricas siguen conservando sus respectivos nombres aunque forman parte del mismo conglomerado.

El éxito de los Champion Dogs fue tal que otras fábricas, no sólo en el Reino Unido, sino en el resto de Europa y de manera muy incipiente en América, se dedicaron a copiar y reproducir las creaciones de estas dos primeras fábricas, la primera en hacerlo del otro lado del Atlántico fue la californiana Robert Simmons Ceramics (8), que desde la década de 1940 se dedicó a copiar sin ningún recato los modelos de los Champion Dogs de las fábricas inglesas (9). Estas copias tuvieron una amplia distribución y éxito comercial en Estados Unidos, sobre todo en la costa oeste. Tal vez Robert Simmons Ceramics, empresa californiana y con gran alcance, haya sido la principal vía de entrada de los Champion Dogs al mercado y gusto mexicano.

  1. LOS PERROS CAMPEONES EN MÉXICO

Desde la década de 1950 –diez años después del inicio de fabricación de los perros de Robert Simmons Ceramics– tenemos noticias de la producción de perros casi iguales a las copias del fabricante californiano por una de las más antiguas fábricas de cerámica y loza de México (Fig. 1), Loza Fina S.A. (LOFISA); Fundada en Guadalajara, Jalisco en 1875 (10), LOFISA se dedicó a la fabricación de vajillas completas imitando los modelos bávaros y holandeses, aunque con acabados menos afortunados. Tuvo gran éxito con las aplicaciones metálicas en sus vajillas, objetos decorativos y en sus platos souvenir de Guadalajara, ferias locales, corridas de toros y otros eventos; a nivel local y nacional LOFISA logró distribuir sus productos en varias cadenas de almacenes (11). A finales de la década de 1940 LOFISA produjo una serie pequeña de Perros Campeones, esta serie de perros tiene rudimentarias soluciones estructurales y el tamaño de las piezas es menor a las de Robert Simmons Ceramics y a las de las de las fábricas inglesas, es importante señalar que la elección de los colores no siempre corresponde a la realidad de las razas retratadas, tal vez por ignorancia o por demanda del mercado, así como la no tan buena calidad de acabados, decoración y proporciones en los moldes, dando como resultado razas inexistentes o perros un tanto desproporcionados (Fig. 2). La cercanía temporal de la producción de los Champion Dogs de Robert Simmons Ceramics y la serie de LOFISA –diez años– nos habla de una muy rápida actualización en cuanto a líneas comerciales de las pocas fábricas mexicanas respecto a lo que ocurría en el vecino del norte, un curioso caso de copias de modelos que a su vez eran copias.

Así, hacia finales de la década de 1970 y principios de la de 1980 Cerámica de Cuernavaca lanzaba su propia línea de Perros Campeones, esta línea estuvo inspirada en los Champion Dogs tanto ingleses, como estadunidenses y en el importante antecedente de los perros de LOFISA; no obstante Cerámica de Cuernavaca elaboró sus propios modelos, incluyó nuevas razas en su colección, razas que no están presentes en las primeras series europeas de los Champion Dogs, por ejemplo el Borzoi Ruso o el perro Pekinés (Fig. 3 y 4); perfeccionó técnica y decoración, teniendo como resultado figurines de mayor tamaño que los de LOFISA y perros en posiciones mucho más audaces que los de las fábricas europeas o las estadunidenses por no mencionar la calidad muy superior a la de los perros de la fábrica tapatía.

En algunos casos la misma raza es representada en distintas posiciones e incluso hay variedades que presentan cachorros, aunque estas últimas son las menos. Es interesante pensar en que la función de estos Perros Campeones es meramente decorativa, y que la idea de difundir razas de perros ya había quedado muy atrás, tal vez por esto, muchos de los perros no están en las típicas posiciones de concurso, en las que están parados en sus cuatro patas, sino que podemos encontrar a estos animales acostados, sentados o en posición de caza e incluso con las bocas abiertas o la lengua de fuera (Fig. 5).

Como los perros de las fábricas inglesas, los de Cerámica de Cuernavaca mantienen proporción entre las razas, todos los moldes de esta serie son congruentes entre sí, teniendo, por ejemplo, una concordancia realista en cuanto a tamaño el San Bernardo con el Pointer o el Dálmata, este nivel de cohesión puede tener su origen en el propósito didáctico de las primeras series de perros fabricadas en Europa (Fig. 6).

Los Perros Campeones de Cerámica de Cuernavaca presentan un impecable y muy brillante vidriado que se acerca más a los ejemplos de Royal Doulton Ceramics o de Beswick Pottery, llegando incluso a confundirse la cerámica por la porcelana. Llama la atención que la mayoría de los perros están firmados por los coloristas –cosa que no está presente en los perros de LOFISA–, sin que esto represente diferencias entre ejemplares: todos tienen consonancia y un muy buen nivel control de calidad, las diferencias entre las decoraciones son prácticamente imperceptibles; a la firma, le acompañan el sello de la fábrica –el glifo prehispánico de Cuernavaca rodeado por el nombre de la fábrica y la palabra México– y la fecha de elaboración de la pieza, señalando mes y año en un color verde oscuro. Hay que rescatar el mayor detalle de los moldes y el perfeccionamiento en cuanto a texturas y movimientos de pelaje y el realismo en las facciones de las caras de los perros, así como el tratamiento de los ojos, que a comparación de las series de LOFISA y de los fabricantes extranjeros, manejan un lenguaje y detalle mucho más expresivo y preciso.

Estas mejoras respecto a ejercicios anteriores en el caso de figuras de perros puede deberse a la distancia en el tiempo, hay que reconocer que lo tardío de las piezas de Cerámica de Cuernavaca hace que hayan gozado de avances tecnológicos e industriales, avances que están a casi un siglo de distancia respecto a los primeros Champion Dogs. También, llama la atención el éxito comercial que tuvieron estas piezas en tan posterior periodo respecto a su origen, un revival en el gusto de las clases consumidoras mexicanas de México bastante tardío, el inicio de la década de 1980.

No obstante el éxito de los Perros Campeones, Cerámica de Cuernavaca no tardaría en dejar de existir; la apertura del mercado nacional y la disminución de la participación reguladora del gobierno en los precios y cotizaciones en 1982, medidas del presidente Miguel de la Madrid, llevarían a la quiebra a casi la totalidad de las empresas de cerámica del país, no pudiendo competir con el maremágnum de mercancía barata proveniente de China (12). Para 1994 Cerámica de Cuernavaca cerraría sus puertas, no sin antes haber cambiado de giro y haber sacrificado sus diseños por la comercialización y replicación de moldes de personajes de Walt Disney, en un intento desesperado de recuperación económica.

  1. REFLEXIONES FINALES

La serie de los Perros Campeones es testimonio de las intenciones de actualización del diseño industrial mexicano a lo largo del siglo XX, del atraso y de las copias e innovaciones a partir de modelos extranjeros, algo generalizado en todo el diseño industrial y de producto en el país, más de una vez podemos identificar diseños prácticamente calcados de otros –europeos o estadunidenses– sólo que manufacturados en el país, muchas veces redefinidos por la infraestructura y materiales disponibles; lo especial de los Perros Campeones de Cerámica de Cuernavaca es que se reformuló la colección de los Champion Dogs para mejorarla y superarla con una tecnología superior y más moderna, sólo que prácticamente un siglo después de las primeras producciones de este tipo de figuras.

Es importante señalar la información que nos arroja el éxito de esta colección en relación al gusto mexicano de la época, que también presenta un desfase respecto al diseño de vanguardia de los ochenta, futuros estudios del gusto y su conformación en México podrán aclarar más este tema.

Cerámica de Cuernavaca logró una colección de Perros Campeones que superaron en técnica, modelaje, calidad e incluso en experimentación plástica a los modelos originales, y que a partir de la copia, se logró modelos originales que se han convertido en importantes documentos de la historia del diseño nacional, tal vez uno de los últimos ejemplos de un diseño industrial en lo extenso del término, ya que se diseñó y se produjo para su distribución masiva, a precios accesibles y con éxito comercial.

  1. IMÁGENES
fig.1

Fig. 1. Spaniel, LOFISA, Guadalajara, Jal. México, ca. 1950.

fig2

Fig. 2. Terrier (raza no identificada), LOFISA, Guadalajara, Jal. México, ca. 1950.

fig3

Fig. 3. Galgo Brozoi, Cerámica de Cuernavaca, Cuernavaca, Mor., 1986.

fig4.1

Fig. 4. Perro pekinés, Cerámica de Cuernavaca, Cuernavaca, Mor. 1987.

fig5

Fig. 5. Pointer en posición de caza, Cerámica de Cuernavaca, Cuernavaca, Mor., s/f.

fig.6

Fig. 6. San Bernardo, Cerámica de Cuernavaca, Cuernavaca, Mor, 1986.

*ALDO FABIÁN SOLANO ROJAS Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Granada (UGR), Granada, Andalucía, España. contactoaldorojas@gmail.com Licenciado en Historia del Arte por Casa Lamm y MA en Historia del Arte: Conocimiento y Tutela del Patrimonio Histórico por la Universidad de Granada (UGR), beneficiario del FIDERH, Banco de México 2014-1015. Especializado en diseño industrial y mobiliario urbano de México en el siglo XX. Ha publicado artículos sobre diseño industrial histórico y sobre mobiliario urbano formal e informal moderno, así como de mobiliario urbano infantil.


NOTAS

1 Contreras, Joseph, In The Shadow of The Giant: The Americanization of Modern Mexico, Rutgers University Press, New Brunswick, 2009.

2 Alarcón Azuela, Eduardo, Aquella primavera perdida… La historia del hotel Casino de la Selva, Bitácora Arquitectura número 23, UNAM, México, D.F., 2011.

3 Alarcón Azuela, Eduardo, op. cit.

4 Becerra Chávez de Hita, Gerardo, “La Tres de Mayo”, Periodismo sin censura, http://www.periodismosincensura.com.mx/la-tres-de-mayo/, consultado 13 de diciembre de 2015.

5 McKeown, Julie, Royal Doulton, Osprey Publishing, Oxford, 1997.

6 MC Hugh, Susan, Dog, Reaktion Books, Londres, 2004.

7 Beynton, Val, Beswick Pottery, Shire Books, Oxford, 2012.

8 Autores varios, “The dogs of Robert Simmons LA Pottery”, RoboPug.com, http://www.robopug.com/dogreference/robertsimmons.htm, consultado 9 de diciembre de 2015.

9 Ibídem.

10 González Guzmán, Martín, Efemérides históricas de Guadalajara, 1542-2000, Ayuntamiento de Guadalajara, Guadalajara, 2000.

11 Moore, Pat, Pirco Wolfframm y Pat Kirkham, Eva Zeisel: Life, Design and Beauty, Chronicle Books, San Francisco, 2013.

12 Velásquez García, Erik (coord.), Nueva Historia General de México, El Colegio de México, México, D.F., 2010.

REFERENCIAS

Alarcón Azuela, Eduardo, Aquella primavera perdida… La historia del hotel Casino de la Selva, Bitácora Arquitectura número 23, UNAM, México, D.F., 2011.

Autores varios, “The dogs of Robert Simmons LA Pottery”, RoboPug.com, http://www.robopug.com/dogreference/robertsimmons.htm, consultado 9 de diciembre de 2015.

Becerra Chávez de Hita, Gerardo, “La Tres de Mayo”, Periodismo sin censura, http://www.periodismosincensura.com.mx/la-tres-de-mayo/, consultado 13 de diciembre de 2015.

Beynton, Val, Beswick Pottery, Shire Books, Oxford, 2012.

Contreras, Joseph, In The Shadow of The Giant: The Americanization of Modern Mexico, Rutgers University Press, New Brunswick, 2009.

González Guzmán, Martín, Efemérides históricas de Guadalajara, 1542-2000, Ayuntamiento de Guadalajara, Guadalajara, 2000.

MCHugh, Susan, Dog, Reaktion Books, Londres, 2004.

McKeown, Julie, Royal Doulton, Osprey Publishing, Oxford, 1997.

Moore, Pat, Pirco Wolfframm y Pat Kirkham, Eva Zeisel: Life, Design and Beauty, Chronicle Books, San Francisco, 2013.

Velásquez García, Erik (coord.), Nueva Historia General de México, El Colegio de México, México, D.F., 2010.