RODRIGO RAMÍREZ SÁNCHEZ1


El siguiente texto tiene como objetivo presentar un modelo de representación visual, para la determinación de posiciones en función de paradigmas de interpretación interdisciplinares.


Se ha hablado mucho de representar el funcionamiento de la relación de paradigmas de visualización en los llamados modelos de comprensión de lo real, pero poco acerca de cómo describir e incluso cómo concebir un lugar de visualización, acerca de aquellos que contemple la interpretación en las Artes y el Diseño, así como, su relación con la investigación y producción en las mismas, la implicación de sus elementos y su vinculación con la producción interdisciplinar. El resultado es el poco material de referencia que permita integrar una batería de recursos, para poder acceder a un ejecutar esquemas de visualización dentro de estos nuevos paradigmas.  Estos paradigmas son, siendo claro, un llamado a la incertidumbre, a la incapacidad de consolidar o mantener una unidad epistémica de sentido. No es el fin de este modelo de representación visual, la de obtener un tipo de veracidad, ni ser objeto de concretar dichos grados o modos de sentido.

Por el contrario, permiten establecer ciertas dinámicas de relación, que incluso permitan ampliar la complejidad de dichos términos, al menos, brindar una ejemplificación de supuestos objetos, contenidos en sistemas y sus representaciones en un espacio euclidiano. Se deben obtener recursos que en tanto modelos de subjetivación nos permitan encontrar una vía para seguir discutiendo altos grados de complejidad, en las aulas, en los entornos académicos, en las conferencias, en las publicaciones y en las producciones de investigación. 

Esto atañe completamente a las Artes y a su relación con disciplinas, que desde ya mucho tiempo atrás, toman el Arte como objeto de reflexión para poner en marcha sus cuestionamientos más fundamentales, la Estética o la Ontología, por ejemplo. Ya no es un asunto de lograr esclarecer un estatuto sobre la veracidad o legitimación del Arte. Actualmente la discusión se da en tanto preguntas que cuestionan no solo el sentido, sino, su constitución como aquello, que al  determinarse por un modo de pensarse y, desde dónde se piensa, es solo el inicio de un límite que debemos afrontar para hablar más seriamente del quehacer artístico contemporáneo.

Este modelo gira o se constituye a partir de 3 ejes de navegación:

1) El primer eje se plantea sobre el concepto de “Hermenéutica Analógica”, expuesto en el libro  de Mauricio Beuchot -Tratado de hermenéutica analógica -, hacia un nuevo modelo de interpretación. Visto como una activación tendiente a una visualización de la realidad compleja de tipo secuencial (de A a B), es decir, de la relación vinculante entre la polaridad del binomio Univocidad – Equivocidad, donde la propuesta de Beuchot acontece desde el punto intermedio hasta cierto grado mediador considerado “Analógico”.

2) El segundo eje es aquel donde un esfuerzo por encontrar una posición de expectación ante la amplia gama de manifestaciones artísticas, y de investigación, que apunta al acto interpretante como  determinación para  la creación de sentido, a partir de referentes de veracidad.

3) Ante la declaración de la Dra. María Antonia González Valerio en su texto Pensar el arte, cuatro proposiciones estéticas.

A partir de ello, y por obvio que pudiera parecer que nuestro punto de partida sean las Artes y las Humanidades, será necesario estructurar aquellos horizontes y límites, desde los cuales hacer un abordaje desde la misma disciplina que trabajemos. Desde ahí, podremos enfrentarnos entonces con la configuración de un objeto de estudio que permita orientarnos, hacia los sentidos de un análisis para la comprensión de una manifestación artística. Esta manifestación puede tener una multiplicidad de significaciones, en el marco de la tecnología y técnicas, cruces interdisciplinarios y entronques conceptuales del orden derivativo del modo irreverente y contestatario. Que nos lleven a trivializar o desvalorizar la potencialidad del concepto en su operación.

Es el caso del bioarte, el art-media, la estética relacional, el arte-post-humano, arte-transgénico, por mencionar solo algunas manifestaciones actuales, imposibilitan una lectura o un enfrentamiento único.

Las repercusiones en las que estas manifestaciones impactan, sobre las reflexiones de lo vivo como es el caso del bioarte deberán pasar por un sin número de mediaciones, que intervienen en la ejecución de paradigmas recientes, y por ello en significación polisémica,  desde el principio de la configuración de la obra en una de sus posibilidades. Por ejemplo, la ética, la institucionalidad, la biología, la química, mecánica, filosofía, etc., por citar algunas.

En este tipo de prácticas artísticas transdisciplinarias/interdisciplinarias, no se da cabida a un enfoque meramente formalista, del tipo acercamiento” desde una teoría del arte. No cuando la misma complejidad del objeto (en este caso un objeto de estudio determinado), se presenta y es construido como una multiplicidad de contenidos, que no pueden reducirse a un análisis formal específico (o repito, no solo uno), como en la mayoría de los casos sucede.

Ante un objeto de complejidades múltiples, los actos interpretativos que contemplan los campos de estudio, en su variedad, reducen el acercamiento al “contenido-forma” en un nivel simplista. Por ejemplo una pieza de bioarte.

Ya vimos un conjunto de circunstancias que nos harán tomar el concepto desde una perspectiva, a partir de aquí, ya estamos aclarando desde donde el concepto es definido. Es decir, todo lo que digamos va en relación a lo pre-visto. ¿Cómo representarlo y como pensarlo a partir de la reflexión gráfica?. Abrir estas preguntas no asevera encontrar líneas de respuesta sencillas, al caso presento la primera, acerca de la que he trabajado a continuación.

El modelo toma en cuenta 4 fases:

Fase_1: Posicionar el modelo de Mauricio Beuchot, como paradigma inicial y acotándola a un espacio de representación tridimensional (Fig. 1 y 2).

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imagramirez2Fase_2: Delimitar el campo de estudio con una figura geométrica (Fig. 2)

Fase_3: Colocar, a modo de líneas, campos disciplinarios desde los cuales es posible abordar el fenómeno (Fig. 3).

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Fase_4: Ampliar el plano principal, a diferentes niveles (horizontes de interpretación) a partir de Ciencias, así como agregar volumen al objeto de estudio (Fig.4). Para ejemplificar, he colocado una flecha que cruza, o que determina el eje central considerado como interpretativo, también he indicado algunos parámetros acerca de los cruces transdisiciplinarios, como la Filosofía, la Ciencia-Tecnología y el Arte.

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Como resultado; un campo de visualización donde 2 tipos de representación con esferas rojas, que he llamado esferas significantes y marcos trans-interpretativos (Fig. 5). Dichos conceptos pretenden señalar a esferas significantes, cuando no rebasan aquellos límites entre ciencias más en campos disciplinares, y trans-interpretativos, cuando estos dependen de la comprensión y consideración de paradigmas entre ciencias.  Me parece entonces, que el resultado se dará sí operamos desde una dirección en la que “la interpretación”, no aparece como un concepto dado que ejecuta su particular pre concepción a lo dado, y por el contrario, funge como un mediador más involucrado. Es así, que se presta una voz al acto mismo, al  acercamiento de un conocimiento no solo necesariamente traductivo sino además asumiendo su posición. La multiplicidad de horizontes de interpretación, debe entonces constituir una postura entonces sí, mediadora, negociadora y expositiva. 

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NOTAS

1 Ha sido beneficiado con becas por parte del Conacyt por sus trabajos académicos y de investigación en las áreas de Artes y Diseño. Su labor como docente se ha desarrollado en las áreas del diseño, apreciación estética, generación y análisis de estilos en Arte y Diseño. Actualmente está en proceso de obtención de grado de Maestría por la FAD en el área de Artes y Diseño