CRISTINA ILLESCAS CONTADOR

Alumna de la Facultad de Artes y Diseño

Hideo, hombre de mediana edad, trata a su muñeca infable como persona, le da un nombre y realiza actividades junto a ella como cualquier otra pareja haría. Un día, a modo de hecho fantástico y surrealista, la muñeca cobra vida sin razón aparente. Nozomi, curiosa ante aquel suceso, pero consciente de lo que es, para qué sirve y a quién pertenece, decide llevar una doble vida, la primera, siendo el objeto ordinario del hombre; la segunda, empezar a conocer, vivir y salir de su encierro para aprender lo que sucede fuera de la habitación.

Nozomi conoce a Junichi, empleado de un vídeo-club, quien no sabe que ella es una muñeca y cree que es una joven sin experiencia y llena de curiosidad. A través de él aprende el significado de ser humano, así mismo se da cuenta de las facetas, secretos y trivialidades de las personas a su alrededor.

En este film la soledad de la sociedad actual se muestra de una forma dramática pero real, Nozomi no sólo aprende a cerca de lo bueno, sino también de lo malo, conoce sentimientos ajenos y supone ideas que la llevan a sucesos trágicos que nunca comprenderá. Su aprendizaje lleva y trae eventos, lo que lo vuelve un punto clave en la historia, ya que se vuelve poético y crítico al mismo tiempo, si bien, la crítica es presentada de manera poco convencional, incluye al mismo tiempo elementos conocidos, como el hecho de usar un personaje no-humano para dar enseñanza emocional. Por medio de las reflexiones de la muñeca se conocen detalles de la vida oculta de los personajes secundarios, como el dueño del video-club, la recepcionista marginada o el mesero que vive detrás de su máscara inocente.

Las escenas están pensadas para resaltar la soledad, sobre todo en los lugares públicos, ya que a pesar de ser grandes establecimientos, no están saturados, todo lo contrario, hay pocas personas caminando por los alrededores. El ruido de la ciudad llena de actividad el lugar, pese a que no aparece de forma visible la fuente que lo produce, como los autos o sirenas.

La iluminación suele ser natural y únicamente se distingue un cambio de día a noche. En las escenas diurnas se manejan tonos pasteles, azules claros, blancos, grises y rosas, mientras que en las nocturnas se usan focos para hacer ambientes brillantes, llenos de contrastantes, acentuando nuevamente la ciudad pero utilizando naranjas y rojos. La existencia de varios descansos visuales la vuelven lenta, pero al emplear sonidos más naturales se agrega valor a cada escena; también existen demasiados silencios en las explicaciones sin diálogos, llenas de acciones que resumen significados que son más sencillos de entender.

“La vida es igual, contiene su propio vacío que sólo otro puede llenar. Al parecer el mundo es la suma de esos otros. Y sin embargo no sabemos ni nos dicen que nos complementamos mutuamente. Vivimos de forma desperdigada ignorándonos unos a otros. A veces nos permitimos encontrar desagradable la presencia del otro. ¿Por qué está construido el mundo de un modo tan desordenado?”1

Air Doll invita a reflexionar, a través de un objeto que aparenta ser algo más, acerca de nosotros mismos y de cómo vivimos. Su dirección de arte y la música llenan de vida el film, dandole toques coloridos y perturbadores que gustan y van de la mano junto con la trama.

  1. https://blogvisual.es/2015/02/15/air-doll-muneca-de-aire-de-hirokazu-kore-eda-2/

    Fuentes: https://blogvisual.es/2015/02/15/air-doll-muneca-de-aire-de-hirokazu-kore-eda-2/ http://www.bonsaisgigantes.net/zen/air-doll-seres-vacios/ imagen: https://comentamoscine.com/2010/06/29/air-doll/