MARÍA DE LOS ÁNGELES ANTONIO SÁNCHEZ
Alumna de la Facultad de Filosofía y Letras

Medianoche en París es una película dirigida por Woody Allen en el 2011, en ella vemos al protagonista, Gil Pender, vivir una aventura atemporal junto a grandes figuras artísticas y literarias de los años 20.

Gil, exitoso guionista de Hollywood, llega a París, tierra idealizada por él durante toda su vida como la cuna de del arte, junto a la familia de su prometida Inez, quienes sólo piensan en visitar las grandes tiendas en busca de muebles para el futuro matrimonio. Durante el viaje los defectos de su relación amorosa salen a relucir y mientras su novia pasa sus días junto a un viejo colega, él toma un taxi a la media noche que lo lleva al pasado donde se une, durante toda una semana, a las salidas nocturnas de Piccaso, Hemingway, los Fitzgerald, Gertrude Stein, entre otros; fiestas donde todo fluye en armonía y no hay cabida para las preocupaciones banales.

Esta aventura inicialmente parece causar estragos en la vida del protagonista pues nadie cree lo que dice y pierde credibilidad frente a sus tiránicos suegros, no obstante, la verdad es otra, lentamente empieza a ver y apreciar con mayor claridad el tiempo en el que vive, sobretodo cuando realiza una segunda excursión al pasado, en esta ocasión a la Belle Époque parisina, donde Andrea, aspirante a diseñadora de modas de su época, mujer alegre de la que se enamora, decide quedarse, argumentando que ese era el mejor periodo francés. Tras este evento, Gil se da cuenta que ninguna era es mejor que otra, ya que no sólo hay cosas buenas en cada una, sino también problemas y crisis de distinta índole, por lo que la perfección del pasado es una mera ilusión.

En este film las excentricidades de los diferentes artistas durante las tertulias son retratadas de manera cómica, son un paralelismo a la vida de Gil, quien no se da cuenta que en su propia vida hay drama, pasión, alegría e intriga, él, como cualquier persona de la actualidad, vive inmerso en el anhelo de algo que fue y no aprecia el presente ni los diferentes matices que lo hacen único.

Medianoche en París cumple el sueño que más de uno tiene, conocer a los grandes personajes que han dejado huella, de una u otra manera, en la historia universal y en la propia, ídolos que nos aconsejan ir por aquello que nos apasiona y dejar a un lado la apatía. El carpe diem de esta película invita al espectador a concientizar su entorno, a ver la fiesta sin fin que lo rodea, pues así como Gil añora el pasado, algún día quizá otro sujeto añoré el siglo XXI y todas las cosas en él, desde Bill Gates Anish Kapoor y otros personajes todavía desconocidos.