PABLO ESTÉVEZ KUBLI

Doctor en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia y académico de la FAD

El artículo versa sobre la revuelta del cuerpo en México, se contempla un cuerpo representado de manera lacerado, mutilado y transgredido. Los artistas proponen sustentarse en el neobarroco dando lugar al cuerpo como objeto erótico de forma explícita, ya que los segmentos conservan sentido sensual para comprender el paradigma de la realidad cotidiana. El reflejo estético en las artes se sustenta al rechazar el cuerpo como objeto de transgresión o de objeto ideológico. En tal sentido, la construcción del cuerpo erótico como soporte teórico es conveniente para abordar la problemática lacerante de nuestro contexto nacional y proponer un cambio en la escultura.

Walter Benjamin, propone un barroco construido de manera artificial por montajes de fragmentos en una unidad física corporal, ya que conserva factores compositivos como emoción, luz, teatralidad y espacio. (Benjamin: 1998).Así también, Sarduy, en sus conclusiones del barroco poscolonial en América, adelanta que es necesario adentrase a la revolución del cuerpo como mirada que se da en los años setenta y siguientes, toda vez que dice que “el cuerpo se verá elevado a una condición superior y, por así decir, apocalíptica pues que ante su figura caerán todos los velos y mediaciones” (Sarduy, 1999: 1647).

La tendencia neobarroca en la contemporaneidad se centra en la evocación del cuerpo cotidiano como objeto de trabajo, correlacionado con la violencia desatada por la narcopolítica. Además, las exhibiciones que se realizan sobre el cuerpo representan fragmentos de partes por transgresión. El olvido del cuerpo erotizado como tema escultórico es ahora reconsiderado al plantear un cuerpo sensual conformado con segmentos en combinación formal y temática, ya que el artista se esfuerza al incorporar lo erótico a la forma con actitudes y desenlace artístico. Las partes del cuerpo son esenciales al consagrar la unidad física y espacial como lo es el neobarroco, que logra conjuntar fragmentos en una construcción total. La temática escultórica como la convivencia, la pareja, el grupo, las triadas corporales recorren la búsqueda de un erotismo comunitario; los cuerpos representados carecen de edad, condición social o humana, son cuerpos seccionados que provocan sensualidad y, conceden al espectador otra estética al desplazar el contexto actual de un cuerpo violentado.

Otra, argumentación corresponde al conocimiento del cuerpo por segmentos corporales en expresividad de forma esquemática con extremidades alargadas de amplitud corporal. Se conforma la apariencia figurativa por sentido contextual al visualizar la raíz del cuerpo erotizado por partes para ser unificado en espacio-tiempo. El neobarroco convierte la forma en sistemas modulares por sus contrastes y por volumen en formatos de expresión y, en un juego de partes para conjugar la unidad artística.

Para ejemplificar lo anterior se describe la obra el Abrazo (2014), de Pablo Kubli, la cual se construyó por yuxtaposición de superficies, con segmentos corporales volumétricos. Se constata su temática erótica por la deformación de sus partes representadas, y por la evocación del cuerpo en juego erótico en compenetración por dos personajes unificados. Además, es una plegaria por su posición ante el otro, vinculada a la violencia que emerge en la piel conformada por superficies lisas. Así, se crea la acción total unificada por dos cuerpos que se alzan por volumetría planimétrica en integración temática.

El neobarroco en su ideación plutonista, descarga objetos segmentados que se unifican en otra estructura que complementa diversas partes para encontrar la unidad, Irlemar Chiampi dice que el neobarroco se asemeja al plutonismo y, “…contiene la ruptura y la unificación de los fragmentos para formar un nuevo orden cultural” (Chiampi, 2000: 23). Los fragmentos en su inserción yuxtapuesta generan hibridación de forma, con la composición surgen partes fragmentadas que provocan un todo de forma. En la literatura como en Cobra de Severo Sarduy aparecen “…agrupaciones de fragmentos, si no inconexos, si fuertemente destituidos de desarrollo” (Chiampi: 30). Así, el azar en la forja de la obra, organiza partes aleatorias que conllevan a diversas lecturas en su construcción. En tal sentido, la suerte aleatoria se engarza en el neobarroco por su esquematización de partes en la unidad.

La escultura actual se sustenta en los factores lleno, espacio y abigarrado del barroco americano, ya que incorpora a la obra derivaciones formadas por paráfrasis, citas, apropiaciones y copias modificadas por el azar y entendimiento de forma, Chiampi dice que el neobarroco “…son volúmenes abigarrados y atestados de toda suerte de citas y rememoraciones; si son espacios eufóricos de intensidades” (Chiampi: 33).Así también, la escultura de formato espacial por vacíos insertados entre segmentos produce una suerte de emancipación de forma en contenidos certeros con figuras-estructuras entre vanos y con nomenclatura volumétrica, al respecto Chiampi dice que, “…la razón estética del neobarroco se despliega en la exaltación de los espacios, las figuras y los cuerpos” (Chiampi: 34).El espacio entre partes es sustentable para las obras de volumen cerrado y abierto de tendencia planista. Así, sobre lo contemporáneo Chiampi comenta que “la escritura espacial, figural y corporal/pasional del neobarroco se ofrece como ejercicio de máxima estatización para reconocer los contenidos de la época barroca dentro de la época actual” (Chiampi: 36).

Las normas del americano barroco actual son amplias y contradictorias, la eficacia de su aplicación produce una superficie volumétrica novedosa que en su visión total que provoca unidad formal y conceptual, ya que el neobarroco “…apunta a una utopía de lo estético, en la cual la palabra privilegiada sea la de las culturas construidas, no por la conjunción de las normas erigidas en los centros hegemónicos, sino por la heterogeneidad multitemporal con que se precipitaron a la historia” (Chiampi: 41).

Además, las esculturas neobarrocas derivan de manera certera por su tridimensionalidad, dejando los diseños de los planos de manera esquemática conformas volumétricas en comunión con lo espacial, así, lo barroco “…se presentaría, pues, como una red de conexiones, de sucesivas filigranas, cuya expresión gráfica no sería lineal, bidimensional, plana, sino en volumen, espacial y dinámica” (Sarduy: 1394). En ese sentido, la analogía de forma erótica provoca un juego que difiere del azar al saber de las reglas del neobarroco, en tal sentido Sarduy comenta que “en el erotismo la artificialidad, lo cultural, se manifiesta en el juego con el objeto perdido, juego cuya finalidad está en sí mismo y cuyo propósito no es la conducción de un mensaje -el de los elementos reproductores en ese caso- sino su desperdicio en función del placer” (Sarduy, 1999: 1402).

Así también, los parámetros del neobarroco conforman la definición de Sarduy que corresponde al cuerpo en desfasamiento de forma por ruptura del todo unificado, conforme a lo inacabado, asimétrico y con fundamento en parámetros de espacio, forma y equidad por un tratamiento de formato total, Sarduy comenta sobre lo anterior, que “…refleja estructuralmente la inarmonía, la ruptura de la homogeneidad, del logos en tanto que absoluto, la carencia que constituye nuestro fundamento epistémico”(Sarduy: 1403).En tal sentido el barroco se concibe como factor ideológico ante el neocolonialismo de la modernidad.

De esa manera, los factores compositivos en el neobarroco son lo lleno y el vacío en la conformación de la unidad escultórica, y que no estorban en la construcción de la tendencia con vacíos que contienen materia conformando un todo unificado. Además, se verifican las acciones fragmentarias de partes eróticas en conjunción con el tratamiento compositivo de la obra, ya que José Lezama Lima dice que el lleno y vacío en el barroco provocan, “…el afán de que el ‘lleno’ espacial destruya el vacío, lo lleva a evitar riesgos de composición, entradas de espacio libre. La manera americana del lleno como composición tiene su raíz en ese barroco de Bernini” (Lezama, 1981: 395).

Se ejemplifica lo anterior con la construcción orgánica del Zócalo capitalino, se reconforta con la portada de la Catedral Metropolitana y la construcción de arcos en edificios laterales. El barroco de la portada de la Catedral se coloca en contraposición con las fachadas de los edificios dentro del cuadrado del Zócalo. El conjunto arquitectónico es un contrapunto de complejidad neobarroca, ya que sustenta emblemas de la ciudad y del catolicismo, son portadas abigarradas en correlación a vacíos entre fragmentos construyendo un neobarroco singular en el cuadrado de planta del Zócalo.

Se produce el espacio necesario para la factura del neobarroco por edificios como obra geométrica ortogonal constituidos por vacíos, llenos y espacios entre partes de amplia proporción, así, Lezama Lima dice que, “…en la Plaza del Zócalo, de México, o en la catedral de la Habana, la relación con la plaza es orgánica y está hecha en función del nacimiento del cuadrado” (Lezama, 1981: 395). Acercarse de manera estética al barroco americano es sin duda, una deuda permanente para abordar la obra artística actual con nuestra referencia geográfica y cultural.

ART 5 ESC 1

Plegaria I, 2012, Pablo Kubli

ART 5 ESC 2

Pareja segmentada, 2012, Pablo Kubli

ART 5 ESC 3

La jugada, 2015, Pablo Kubli


FUENTES DE INFORMACIÓN

Benjamin Walter (1998), Londres-Nueva York, TheOrigin of German Tragic Drama, traducción de J. Osborne, Verso “Allegory and Trauerspiel”.

ChiampiIrlemar (2000) México, Barroco y modernidad, Fondo de Cultura Económica.

Lezama Lima José (1981) Venezuela, El Reino de la Imagen, Biblioteca Ayacucho.

Sarduy Severo (1999) Madrid, Obra Completa Tomo I y II, Edición Crítica Gustavo Guerrero y FrancoisWahl, Coordinadores, ALLCA XX/Ediciones Unesco.